lunes, 22 de noviembre de 2010

Descanse en paz

Descansan en paz mis versos
Luego de tu larga ausencia,
Descansan en paz tu recuerdo
Azotado por tu indulgencia.
¿Dónde queda aquel amor
Bendecido por la providencia?,
Es posible que acabase,
¿Así como de esperar
Se colmo mi paciencia?

Siendo vuestro amor
Más grande que el mar,
Dime, ¿Por qué lo has de desbordar?,
Si hasta había cambiado la sal por dulzura,
Y me había cambiado a mi mismo
Por tu ternura,
Y luego te marchas de inoportuna
Sin darme excusas
Y dejándome sometido a las conjeturas.

Descansen en paz...
Mis versos en tu olvido,
Descansen en paz…
Las poesías que aun te escribo,
Oro por las almas de lo fallecido…
Oro por lo que contigo…
Ya he perdido…

Alcemos las voces

El mundo está lleno
De personas sin nombre,
Sin identidad.
Muchas ya han abandonado sus ideales,
Sometidos a la desigualdad,
¿Donde han quedado
Esos héroes que se alzaban
Y con cuya letra inmaculada
Pintaban la realidad?
De pronto es que sus letras han muerto
Y no queda quien las pueda remplazar.
Invito a que alcemos las voces,
Unidos desmintamos
A la mal llamada verdad.
En Latinoamérica veedores de la justicia e igualdad
Todos nos debemos proclamar,
No en vano fueron las rimas de la maestra mistral.
¿Y ahora me dices que vas a olvidar aquellos versos
Que nuestra tierra logran exaltar?
Si desde Argentina hasta Colombia,
De México hasta Panamá,
Tomados de las manos unidos cantaremos:
“somos un solo pueblo, que ama la libertad”.